Las ganas de disfrutar de los pequeños placeres otoñales ha llegado. Sí, mis amigos, sé que os gusta una buena fiesta pero los días de otoño tienen su «aquel». Porque… ¿quién no disfruta de un paseo por el bosque mientras se escucha el crujir de las hojas? Es hora de ponerse un poco cursis mientras esperamos que se enfríe la taza de chocolate caliente con churros.

Por eso, para esas esperas, para los domingos por la tarde, o esos días tan poco productivos y tan provechosos para el alma en el que nos atrincheramos en el saloncito de casa, he creado la lista otoñal definitiva. Con bien de melancolía y ritmos electrónicos tranquilos para los bailecitos en el salón.

Agarrad la manta y el sofá, que… ¡allá vamos!