Glasgow, una ciudad para disfrutar con los cinco sentidos 9 febrero, 2015 Desde que me planteé el reto de escribir sobre Glasgow, quise encontrar una palabra que definiese la ciudad, y aún no me ha sido posible encontrarla. La explosión de sensaciones que una encuentra cuando aterriza es imposible de definir. Glasgow es magia envuelta en nubes y lluvia, mucha lluvia. Mi primer consejito para quien quiera ir avisitarla es un paraguas o chubasquero; no os vais a librar del agua. En primer lugar, os contaré que Glasgow es la ciudad más grande de Escocia y la tercera de Reino Unido. La ciudad se enmarca en las orillas del río Clyde, en las bajas tierras escocesas. Glasgow es una ciudad grande, cosmopolita, decorada con grandes comercios, industrias, medios de comunicación y arte. Es un lugar donde encontrar gente muy cercana, con un gran ambiente tanto de día como de noche. Buchanan Street Por la ciudad puedes moverte en bus urbano (ya que cuenta con bastante líneas) o por metro. Aunque quizás no necesites coger el suburbano, te recomiendo que pases una vez porque no tiene desperdicio, ya que se trata del tercer metro más antiguo del mundo. El metro, llamado el metro naranja, cuenta con una sola línea circular con quince paradas. Su aspecto es ovalado, pequeño y naranja. Como digo, es muy antiguo, así que no te asustes por el ruido o los botes que puedan sentir durante el trayecto, sólo disfruta de ir en uno de los metros más característicos y antiguos del mundo. El centro de la ciudad, cuyo eje es Buchanan Street, es un hervidero de gente a todas horas. En las calles principales se encuentran las tiendas y supermercados que lo hacen aún más transitado. Allí podemos ver tiendas de moda, cafeterías como la conocida Nero (con su rica bollería), librerías, Poulands y un largo etcétera de comercios que hacen las delicias de todos. Allí se encuentra Buchanan Galeries, un gran centro comercial de 56.000 metros cuadrados y unas 80 tiendas entre las que se encuentra una de LEGO. Además, las calles suelen estar amenizadas por músicos callejeros que regalan bonitas melodías a los allí presentes. En cualquier momento puedes encontrarte a unos gaiteros marcándose unas canciones escocesas de las de no poder quitar el oído, y tampoco la vista porque las faldas escocesas… no dejan opción. Buchanan Street Cerca del centro, al norte de la High Street y al este de la Cathedral Street podemos visitar la Catedral de San Mungo. Es un edificio histórico al que no puedes quitar ojo. Tan diferente a lo que se ve en España, bonito hasta decir basta. Una de las razones principales para visitarla es que es la única catedral medieval en Escocia que queda intacta después de la reforma religiosa del siglo XVI. Además, sus vidrieras son una de las mejores colecciones de post guerra que conserva Reino Unido. A todo esto hay que sumar una cripta del siglo XIII, que es el sepulcro de San Mungo, fundador de una comunidad monástica en el mismo lugar en el siglo V. El resumen es uno: espectáculo visual rodeado de una acrópolis, que impresiona y que invita a indagar, pasear por ella y ver desde lo alto Glasgow a nuestros pies. Catedral de San Mungo Otro lugar obligatorio es la Universidad de Glasgow, un auténtico mundo a lo Harry Potter. Al pasear por ella podemos sentirnos como estudiantes de la conocida escuela de magia. Su arquitectura es impresionante y muy bien conservada teniendo en cuenta que fue fundada en 1451. Al ladito de la Universidad nos encontramos con Kevilgrove Park y Kevilgrove art Museum, un museo infinito, con varias secciones, imposible de ser visto en un solo día. Como apunte diré que se encuentra expuesto uno de los cuadros del gran Salvador Dalí, el Cristo de San Juan de la Cruz. Universidad de Glasgow Si caminamos hacia el Clyde y lo cruzamos, nos encontraremos con el museo de transportes. Así dicho no parece que tenga gran atractivo, pero la realidad es que es una parada obligatoria para descubrir entre reproducciones y juegos interactivos el mundo del transporte a lo largo de la Historia. Ahora pasemos por las orillas de Clyde hasta encontrarnos con el Museo de la Ciencia, y enfrente la imagen de la BBC Escocia, un edificio con grandes ventanales que nos deja embobados al menos unos segundos. Río Clyde Otros lugares que no podemos dejar de visitar si nos encontramos en la ciudad escocesa es la plaza George Square, situada en el centro de la ciudad, donde podemos contemplar el Ayuntamiento de Glasgow, la exoficina general de correos, y el centro de información turística. Además, durante el invierno, en esta plaza podemos disfrutar de una gran pista de hielo y atracciones muy navideñas. Otro lugar emblemático es el jardín botánico junto a un parque, que suman 11 hectáreas. En los jardines, que son cubiertos, podemos encontrar multitud de plantas además de bancos en los que puedes pasar una tarde entre naturaleza y sin mojarte, algo importante teniendo en cuenta que es Escocia. Fuera tenemos jardines por los que pasear y, si estamos un poco atentos, ver ardillas. Jardín botánico Y para los amantes del fútbol, su otra cita es el estadio del Celtic. Se trata del estadio más grande de Escocia y el octavo de Reino Unido. Está diseñado de forma oval y cuenta con capacidad para 60.300 espectadores. Frente al estadio encontramos su tienda oficial donde comprar un bonito recuerdo del equipo. Muy cerca también se encuentra un centro comercial donde poder parar a comer y coger fuerzas para proseguir el camino. En cuanto al ocio nocturno, Glasgow cuenta con gran cantidad de bares y opciones, aunque hay que saber que a las 4 cierran sus puertas. Podemos encontrar pubs como The Tunnel, con DJs de calidad que pinchan diferentes estilos. Archaos, en Queen Street, donde se ofrece un poco de todo. The Corinthian, en Ingram Street, y Artà, en Walls Street, son dos lugares de reunión populares de Merchant City donde además ofrecen comida. También nos encontramos con bares para comer rico rico, entre los que destacan Rufus con sus macarroni cheese, y Country House con sus hamburguesas y perritos calientes que quitan el sentido. Glasgow ciudad para no perder de vista. Aquí tienes una pequeña guía de lo que te puedes encontrar. Ahora sólo tienes que coger la maleta y disfrutar de Glasgow y sus alrededores. 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